
Para una persona que empezó a sentirse obligado a estar en la política en general, cualquiera sea su ubicación, estatal, local, universitaria, asociacional, vecinal, etc…., allá por los años setenta, el que en la actualidad pueda ampararse, entre otras muchas opciones, en la normativa sobre “Transparencia”, y poder exigir información a la Administración, en cualquiera de sus formatos, sobre cualquier tema sin necesidad de justificación, podría pensarse que uno está ante el mejor de los mundos posibles. No es verdad, pero valoro el avance. Sin embargo el que seguir en la senda pueda permitir llegar más lejos, o incluso hacer liviano el camino porque cualquier información esté a golpe de “clip”, sea una meta a seguir perseverando, sigue siendo una opción ilusionante. Soy consciente también de que no se avanza en ningún tipo de progresión, sea aritmética o geométrica, y también asumo que ello no es ni de derecha ni de izquierdas, es simple y desgraciadamente una cuestión de poder.